Entre aquellos libros se encontraba el Método de guitarra de Fernando Carulli y, sin darme cuenta, de manera autodidacta, fui relacionando posiciones en la guitarra con notas en el pentagrama, logrando tocar mis primeras melodías como Adelita y Lágrima de Francisco Tárrega y la famosa Romanza de autor anónimo.  Entre mis andanzas solitarias en aquel valle encantador y las largas pero divertidas jornadas intentando tocar la guitarra pasé la mejor infancia que alguien pudiera soñar.

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A los once años me regalaron mi primera guitarra y a los doce ingresé a estudiar en la Escuela Nacional del Folklore Mauro Núñez de La Paz, donde enseñaban guitarra clásica, teoría y solfeo, antropología, etnomusicología y folklore.  Además de esas clases, pasé clases particulares con el maestro Severo Peña, quien generosamente me recibía en su casa y me enseñaba, sin cobrar... también me mostraba cómo construía guitarras puesto que además era luthier.

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Con la señora Pepita Rojas de Ayala -madre de Bety, mi profesora de teoría y solfeo en la escuela- pasó algo parecido... no recuerdo cómo, el hecho es que iba a su casa y ella me recibía.  Debido a la dislexia, se me hacía difícil la lectura musical y ¡encontró la solución!.  Tampoco me cobró nunca nada.

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Ahora me doy cuenta que soy un privilegiado porque muchas personas me ayudaron sin esperar nada a cambio.  Pienso que la repetida razón fue su amor por la música y mi avidez de aprender. En esa lista, también se encuentran los maestros Fernando Arduz Ruiz (Bolivia), Juan Mouras Ardaya (Chile) y Litha Haus (Bolivia).  Quien también fue muy importante en este proceso es el gran maestro boliviano Javier Calderón, cada vez que venía a Bolivia me anotaba en sus clases magistrales.  He mantenido en el tiempo una gran amistad con las personas mencionadas.

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Luego de terminar el colegio fue un tiempo de mucha confusión ya que la música no estaba en las prioridades de mi entorno, esto me llevó a buscar qué estudiar (como si el arte no fuera estudio) dedicándome a la informática y dejando un poco de lado la música, sin hacerlo nunca del todo.  Aunque la informática me gusta mucho, sobre todo el desarrollo, jamás llegó a ser una pasión como lo es la música.

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En 1997, estando dedicado de lleno a la informática, me invitaron a un concierto de guitarra donde escuché el Gran solo de Fernando Sor... un fragmento de aquella obra me sacudió de tal manera, que desde entonces volví a dedicarme con fuerza a la guitarra.

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Ese mismo año, por razones familiares, la vida me llevó a Chile, donde conocí -por una presentación que vi en TV- al maestro Juan Mouras, quien después de escucharme, me ofreció generosamente su ayuda para mejorar mi técnica y preparó un programa a mi medida.  Por tres años me ayudó a romper muchas barreras técnicas que tenía.   Más adelante pasé talleres con el maestro José Adán en Estados Unidos.

 

Como consecuencia de un grave problema de tendinitis, de una clínica especializada en Francia me recomendaron buscar al médico fisiólogo y guitarrista Carlos Gómez (Argentina) creador de la Escuela fisiológica de la guitarra, quien, además de curarme, me enseñó sus técnicas de cuidado fisiológico para guitarristas y músicos en general y desarrollo de fibras musculares. Sin sus valiosos conocimientos y desprendida colaboración hoy no estaría tocando guitarra. 

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En mi paso por Uruguay, cuando me invitaron a dar un concierto en el programa de Tv. La guitarra y sus intérpretes, por consejo del maestro Alfredo Escande -copresentador de dicho programa y actual presentador del programa radial Miércoles de buena guitarra- contacté con el maestro Ramiro Agriel con quien pasé clases de técnicas de la Escuela Carlevaro.

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Aunque por motivos personales muy fuertes me fue imposible aceptar, fui ganador por audición de una beca completa de estudios de guitarra clásica en Central University of Flórida, USA. Me provoca mucho orgullo la sensación de haber ganado esa beca por méritos propios frente a un jurado absolutamente desconocido.  Unos años después pude ofrecer conciertos y talleres en dicha universidad. 

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Recibí el Premio Plurinacional Eduardo Abaroa 2017, primer premio en la categoría “Producción musical” por "Bolivia en guitarra",​ consistente en parte del financiamiento para la producción de dos fonograma, uno conteniendo obras del repertorio boliviano y composiciones propias; y el otro con parte de la obra para guitarra sola del polifacético artista boliviano Alfredo Domínguez Romero,  titulado "Domínguez I".  La cuarentena de 2020 impidió poder realizar la gira completa de difusión, apenas dos conciertos uno en Santa Cruz y otro en Potosí.  Dicho premio está dedicado a la Sra. María Teresa Rivera de Stahlie -quien ha financiado la Colección Compositores bolivianos que a la fecha suman mas de cuarenta  cuyos tomos IX y XIV son "Recopilación y arreglos de música boliviana para guitarra" y "Alfredo Domínguez-Obras para guitarra" (ambos desarrollados por Fernando Arduz Ruiz)-  En agradecimiento por su incansable y desprendido aporte al arte boliviano. 

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Luego de volver a la normalidad -pasada la cuarentena-, en 2023 me puse a estudiar toda la obra para guitarra sola de Alfredo Domínguez, esto comprendió la lectura de las transcripciones que magistralmente hizo Fernando Arduz (Domínguez no dejó nada escrito),  y en julio de ese año, ofrecí el primer concierto que he titulado Todo Domínguez, guitarra sola. 

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He ofrecido conciertos individuales y con orquesta y participado de festivales en Bolivia, Argentina, Perú, Uruguay, Chile, Ecuador y EEUU, presentando obras del repertorio universal de la guitarra clásica siempre con sólida presencia de obras bolivianas.

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Fui ​Profesor titular de guitarra en el Conservatorio Plurinacional de Música (hasta 2007) en La Paz, Bolivia.​ Ofrecí talleres de técnicas de guitarra boliviana y seminarios sobre la obra de Alfredo Domínguez Romero y de música boliviana para guitarra en escuelas e instituciones de Bolivia, Chile, Perú, Ecuador y EEUU.

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Mi producción musical comprende “Homenaje” con obras del compositor español Francisco Tárrega, “Sonidos del Sur” - “Sounds of the South” (Edición limitada para recaudar fondos de ayuda para Bolivia en USA -en materia de salud-, por encargo de Friends of Bolivia Foundations Inc. Oklahoma)- con obras del sur de Latinoamérica, “Sentires” y los ya mencionados “Bolivia en guitarra” y “Dominguez I”.   Los tres últimos están publicadas en las diferentes plataformas de la red The Orchard (Spotufy, Deezer, iTunes, Amazon, etc.

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​Participé en la producción del CD de música latinoamericana “Puertas” realizado por el ensamble chileno “Serenata” en Santiago de Chile, con la versión para orquesta de una obra de Alfredo Domínguez.

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Mi proyecto más importante es hacer que la música bolivana (composiciones originales y transcripciones) sea conocida en el mundo y aceptada por la guitarra internacional, difundir la obra completa para guitarra sola del polifacético artista boliviano Alfredo Domínguez Romero, su técnica que le da a la guitarra una sólida personalidad boliviana hasta ahora desconocida; difundir tanto esa obra como las recopilaciones, transcripciones y composiciones de maestros bolivianos como Fernando Arduz, Willy Claure, Marcos Puña, etc. en conciertos, talleres, seminarios y todos los ámbitos posibles. 

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En ese empeño ando desde finales de los 90s, realizando actividades en Latinoamérica y EEUU, continuando en 2024 por varios países de Europa.  Mi próxima producción musical, auspiciada por Ma. Teresa R.Stahlie es "Todo dominguez-guitarra sola" con la obra cmpleta para guitarra del ya mencionado artista Alfredo Domínguez Romero.

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Siendo la música mi vocación más fuerte y poderosa, paralelamente, gracias a lo aprendido con el maestro Severo Peña, hice trabajos de restauración de instrumentos musicales (sabiamente asesorado por el Maestro Luthier Norberto Novik).  También, como lo mencioné, soy experto en informática, graduado en EEUU con especialidades en sonido y desarrollo de software.

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Luis Alfredo Gavilano Zalles.